lunes, 29 de octubre de 2007

Conflictos bélicos actuales

CONFLICTOS BÉLICOS ACTUALES
Colombia
Colombia ha vivido en estos 35 años un avance progresivo de la guerra interna, que creció desde la periferia hacia los centros del poder nacional. Durante la primera fase, los focos guerrilleros se hicieron fuertes en espacios de colonización con muy poca presencia del Estado, donde impusieron un orden local y establecieron impuestos de guerra a la agricultura de plantación y la ganadería, el petróleo, el narcotráfico y otras fuentes de riqueza. Luego extendieron su acción armada a regiones de campesinado medio cafetero y áreas de minifundio, y crearon milicias urbanas en barrios populares de las principales ciudades.
A medida que creció su capacidad de financiación, la guerrilla se hizo más autónoma con respecto del apoyo de las comunidades campesinas y también menos dependientes de las justificaciones ideológicas o políticas de su acción violenta. La generalización del secuestro fue la declaración de guerra genérica contra élites regionales y sectores pudientes, incluidos los narcotraficantes. La reacción de las víctimas fue su apoyo a la creación de grupos privados de autodefensa, cuya organización fue promovida por el Ejército, con autorización legal, en el sur del Magdalena Medio desde 1982, en cumplimiento de su propia agenda de no interrumpir un esfuerzo de guerra, que detuvo el presidente Betancur, al firmar una tregua con tres grupos guerrilleros para ambientar el proceso de paz.
La expansión de los dominios guerrilleros coincidió con la acumulación de los primeros capitales del narcotráfico desde mediados de los setenta, y ambos factores actuaron para crear un nuevo mercado de - tierra, con la oferta de fincas ganaderas por personas amenazadas o extorsionadas por la guerrilla y la demanda de bienes raíces por los narcotraficantes. En la guerra, este cambio de propietarios se tradujo en la financiación y dirección de grupos armados que hicieron frente a la guerrilla, a la vez que actuaron como protección de los intereses comerciales y territoriales del narcotráfico.
A medida que los primeros grupos de autodefensa controlaron territorios, lograron también su autonomía financiera con la venta de seguridad privada a propietarios y empresarios amenazados por la guerrilla, y luego con el cobro de contribuciones forzosas a toda clase de negocios, incluidos los del narcotráfico. En las regiones donde ocurre el conflicto por el predominio de guerrillas o autodefensas, las dos fuerzas imponen tributos y usan el terror para enviar señales al adversario sobre los costos de su presencia. La destrucción del tejido social ha dejado a su paso un desierto económico, ha desplazado dos millones de personas a las ciudades y ha expropiado la tierra en favor de quienes controlan la seguridad.
La situación creada por esta acumulación de factores de conflicto ha llevado a los gobiernos de los últimos períodos a ensayar estrategias de seguridad y de negociación de paz, en forma simultánea o sucesiva, y ha generado tensiones entre los líderes civiles y militares, que son síntoma de la existencia de distintas agendas para resolver la guerra. El fracaso repetido de los intentos por negociar la paz con las Farc y el Eln ha escalado el conflicto, con lo cual se hace cada vez más compleja la solución. El creciente interés de Estados Unidos, de países vecinos y de la Unión Europea en la situación humanitaria de Colombia, en momentos en los que se consolida el derecho de injerencia extranjera, para intervenir por la fuerza en defecto de Estados que hayan colapsado, tiene que obrar como un estímulo para que los colombianos sean capaces de forjar una paz estable. por la fuerza en defecto de Estados que hayan colapsado, tiene que obrar como un estímulo para que los colombianos sean capaces de forjar una paz estable.

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